El Juli acarició la Puerta Grande en la cuarta de San Isidro lidiada el pasado miércoles. FOTO:PLAZA 1
Fue irrumpir en el ruedo Calabrés de Montalvo y tener la sensación de que aquello iba en serio… y así fue. Porque la corrida tuvo estampa… lució trapío y alta exigencia brotó, por la sangre de sus venas. También se palpó el anuncio de una feria abundante en reses camino al matadero por edad reglamentaria y seguro, también, por ahorro empresarial.