Este domingo, 12 de marzo, a las siete de la tarde, tiene lugar en la Real Academia de la Historia la pronunciación de su discurso de ingreso como académico de número.
Hieles y mieles
Fue la sorpresa de anoche. Al abrir el ordenador después de la cena, me encontré con un escueto, aunque muy expresivo, mensaje de José Manuel, que decía:Apreciado Pepe: Me alegra comunicarte mi elección esta tarde como académico numerario de la RAH. Recibe un fuerte abrazo.
A falta de varios meses para conseguir mi certificado de octogenario y pensando en la posibilidad de que, dentro de poco, no me afecte para nada lo que ocurra en el mundo de los vivos, pienso con inquietud en el futuro de los demás y no puedo contener el coraje que me impulsa a alzar mi voz por esta España de ahora, que tanto quiero y por la que, en vez de orgullo, siento tanta vergüenza.
En estas fechas, hay controversia entre nuestros ilustres políticos sobre si Cuba es una dictadura o no. Unos dicen que sí; otros, que no, y otros hacen como que no se enteran de la pregunta.
No voy a ponerme en plan derrotista y empezar a despotricar aquí en contra de los avances tecnológicos de los últimos cien años, que tanto enriquecen nuestras vidas. Todo lo contrario: pienso que me ha tocado vivir en la mejor época de la humanidad, en la que lo aparentemente increíble se ha convertido en cotidiano, con lo que hemos llegado a perder por completo la capacidad de asombro.
¡Cuánto daño han hecho y hacen al mundo las ideologías! Vienen a ser un sistema de esclavitud, al que se somete sumiso e inconsciente el individuo, de forma voluntaria.
Y no me refiero al paleto alcarreño, esa especie ya extinta, cuya forma de hablar fue considerada como rebuznos por dos curas que presumían de doctos. Aludo a errores garrafales, incluso de personas consideradas como auténticas autoridades culturales. Veámoslos.
No. No soy un Echenique ni un Iglesias, que justifican la conducta de este… (llamémosle simplemente individuo y que cada uno le aplique el calificativo que considere idóneo).
Quiero preguntar a las que alardean de feministas qué es lo que hacen a favor de las mujeres. Cuando un hombre asesina a una mujer, se alborota el gallinero y no dejan de cacarear con el “Tolerancia cero”, el “016” o minutos de silencio; pero ¿hacen algo para evitar esos crímenes?
Tengo que reconocer
que yo también he sentido
“la vergüenza de haber sido
y el orgullo de no ser”.
No se ofendan los creyentes. Este Dios al que me refiero no es el Padre Eterno, sino un individuo que ya nos ha demostrado que era mortal, aunque muchos delirantes lo hayan considerado con la suprema categoría de Dios.
Como, según el refrán, de ilusión también se vive, yo, que no tengo nada más que 78 años, mantengo la de llegar a ser algún día Presidente del Gobierno de España.
Alguien (no recuerdo quién) dijo que los perversos triunfan por la indiferencia, pasividad, silencio y cobardía de la buena gente. De esta frase se deduce que, para erradicar el mal, todos debemos aportar nuestra influencia, porque todos somos responsables del futuro no sólo nuestro, sino de las generaciones que nos sucederán. Si piensas que no te interesa la política, porque todos son iguales, estás en un grave error, que podría costar caro, no sólo a ti, sino al resto de la sociedad y a tus descendientes.