Herreros y otros trastos viejos
A patita
Para alguien como yo, que ha ido a patita a todas partes el 95% de su vida y que ha usado el transporte público durante un tercio largo de la misma, todo este drama del Plan Astra resulta un poco valleinclanesco. Qué ganas de hacer un problema de algo que, a priori, se había planteado como una solución.
Desde mi punto de vista, completamente ajeno al problema, porque ni soy usuaria de los buses ni me afecta demasiado que transiten por las calles de la ciudad o que paren en el Hospital o en Renfe, lugares que, por fortuna, no frecuento; creo que la Junta está pecando de quijotismo, algo hasta normal, dada la tierra en la que nos han ubicado.
Empeñarse en que los buses paren en el Hospital, con la que hay liada desde hace ya casi dos años con las dichosas obras de nunca acabar, que dicen que el Escorial se tardó en hacer una barbaridad de tiempo, pues que pongan en marcha los cronómetros (o los almanaques) porque ésta del medio túnel (o vete a saber qué es lo que terminarán haciendo) como dicen en mi pueblo, le echa la pata seguro. Eso, si alguna vez lo retoman, porque casi terminaban antes rellenado el hueco con hormigón y aquí murió un francés.
Apenas hay espacio para que entren y salgan los coches, sin pegarse con los buses urbanos, que en cuanto que llueve (como hoy) o hay más tráfico del habitual, se montan unos sindiós de órdago. La guinda, más buses. Digo yo, que tampoco es un drama que paren en la estación de autobuses y se muevan por la ciudad con el transporte urbano. Que es lo que hacen el resto de viajeros de la provincia. Es más, es lo que pasa en la mayoría de las ciudades que reciben este tipo de transporte de línea.
Se podía hacer un abono o similar, como en Madrid. Donde desde fuera de la ciudad llegas a Avenida de América, Chamartín, Plaza Castilla, Méndez Álvaro, Plaza Elíptica o Atocha y, desde ahí, comienzas a usar el transporte público de la capital.
Por otra parte, quizá ha sido también un poco desmesurada la actitud del Ayuntamiento, multando a los conductores que, al final, hacen lo que les mandan, los pobres. Como siempre, el último que pincha es el que la paga. Pero claro, la salida de tiesto se entiende cuando cada vez que pides o propones, te deniegan.
Comentaron en una de las numerosas (que hartón) ruedas de prensa al respecto que el Ayuntamiento había propuesto a la Junta que la parte de "verde" que hay en la acera que va desde el Hospital hasta el Diocesano, (curiosamente, pertenece a la Administración regional), se convirtiera en carril provisional, donde los autobuses pudieran parar, de esa forma, se podría permitir parar a todos los buses que fuera necesario, sin que taponasen la carretera. Pero esto no se acepta por parte de la Junta, ¿Por qué?
Quedan a firmar todos los municipios afectados por el plan y al de Guadalajara no se le tiene en cuenta. ¿Dónde se supone que paran y por dónde pasan los buses? ¿Acaso Guadalajara no debería considerarse parte del Plan? y luego están los otros lamentos del Ayuntamiento, que pueden venir más o menos a cuento, pero que ahí están.
Por ejemplo, la calle Francisco Aritio, que parece la vía principal de Kosovo, por la cantidad de agujeros y baches. Que hablando de baches, a ver si miran la calle Pastrana, porque esa también la hemos debido importar de Serbia (y ésta es de titularidad municipal).
Lo dejo caer, por si se suman más vecinos y nos hacen en la zona centro más aparcamientos que sean gratis y mejores calles, como en Aguas Vivas, donde se han quejado los vecinos y les van a hacer 240 plazas más. Curiosamente, en una zona donde los edificios cuentan todos con garaje, algo de lo que no pueden presumir muchos edificios de la zona centro.
Donde aparcan, dicho sea de paso, todos los paisanos de la provincia que no quieren o no pueden usar el transporte interurbano. Vamos, que en todas partes necesitamos plazas. Eso o un dispositivo como el que se gastaban en el manga Son-Goku, donde los coches se transformaban en simpáticas y pequeñas píldoras que caben en el bolsillo. Desgraciadamente, esto supera la ciencia ficción, así que, apuesto por las plazas de aparcamiento.
Y, como esto ya se está alargando, sugiero, a modo de resumen, que por favor, bajen las espadas, se sienten a hacer eso de lo que siempre hablan, dialogar, y lleguen a un acuerdo. No piensen en el rédito electoral, por favor, que aún falta mucho para convencernos.
PD: Me estaba resistiendo a hablar del asunto, pero es que todos los días la misma cantinela... Un poquito de compasión, aunque sólo sea con la prensa.