Tauromaquia
S. ISIDRO 22: SEMANA 2… GERIÁTRICO LAS VENTAS
D. Fernando Sánchez el día 20 de mayo de 2022. FOTO Andrew Moore
Nos venían anunciando que, por causa de pandemia no había toros para los festejos que se organizaran en circunstancias de normalidad. Y en esa estamos… en total normalidad y nunca se ha visto en la historia de S. Isidro tantas corridas de toros con dos, tres y si me apuran cuatro animales con sus seis hierbas y su acta de defunción a falta de pocos meses. Y no había toros… cuando Las Ventas parece un geriátrico veterinario.
El atractivo interés de la novillada se basaba en los novedosos: Fonseca y Burdiél, con los novillos de Conde de Mayalde, cuya ganadería lleva un buen camino por la romántica afición de su responsable. El eterno novillero Santana Claros, poco tiene de novedad y nuestro deseo es que logre su sueño, a sus 29 años, tarde lo que tarde… y si de tardanza hablamos, hay que decir, sin excepción alguna, la escandalosa actitud de permitir, en todas las muertes, una agonía larga e innecesaria dando un espectáculo inadmisible. Si el uso del descabello es tabú para el logro de trofeos, legíslese para que no se concedan a quien, siendo necesario, no lo use. Como resumen… pesadumbre por la flacidez de manos en tres novillos de buenas intenciones y gozo por la buena condición del resto. Fonseca muy en estilo del novillero arrollador, con el corte mexicano en sus modos; y un Burdiel que apunta… y por tanto es una esperanza. Y decirle a El Fundi, que, en los toros, como en el teatro, al apuntador no se le debe oír y… mi asiento está en la fila 15.
La corta camada de Araúz de Robles, como los bazares, tiene de todo, porque su origen es multiencaste. Y en ellos, unas veces te encuentras lo mejor o lo peor del mercado. Pero al aficionado agrada lo desconocido que sale por toriles. Así, cuando se anunció Chirivito, en 5º lugar, se vino a mi memoria el 6º del 22/9/2019, cuando Sergio Serrano se jugó la vida con su antepasado. En este encierro, quien salvó la suya fue Adame, con un violento Carantoña que de eso no tuvo nada. Un tío que, en su primer encuentro con el aupa, lo tiró al suelo con limpio volantín de llave de yudo. En la siguiente entrada, se reservó y engañó a todos…y ahí fue Troya con el aqueo fiero, castaño bragao, de imponente trapío. Y Adame, que pudo quedar como grafiti en la barrera, salió vivo por el gran milagro del santo del día, el aragonés Pascual Bailón; pues acabó su tarde con vergüenza torera. Esa que, con dos ejemplos en la feria, ya vale. Porque son más que suficientes… Pepe Moral, estuvo sin estar en él, porque en verdad no se pudo y Téllez, con el mejor lote, nos dijo que es de confianza. Y mucho más cuando suavice sus gestos.
Que, en una corrida de toros en San Isidro, el aforo casi sea el de una novillada, es para tentarse la ropa. Por la situación actual y sobre todo por la venidera. Porque la feria es la razón económica de la temporada venteña. Y se anuncian reducción de festejos en ella y facilidades a los abonados… algo, parece ser, no está bien pensado. Tanto como la terna de hoy que no se cuadra ni en estilos ni en expectativas. Se salva Javier Cortés por su labor en el segundo, pero está claro que él solo, no puede…creímos que ayudaría Pedraza de Yeltes, pero a la vista quedó. Dos toros, solamente en la corrida, dice muy poco; y a eso no estamos acostumbrados. Al menos, mantienen su tipo de cornamenta, sin el añadido de piensos para su elongación… López Chaves es una reliquia a cuidar por su trayectoria, pero ya me dirán. Y de Colombo, deberían dar razones a los abonados…
El jueves…no hubo milagro. Porque el esperpento que se apoderó de Las Ventas, creo que ni Valle-Inclán podría analizarlo. Todo devino casi en el ridículo, por la degradación de la Tauromaquia. Comenzando por la misma ganadería, hasta ahora señera del campo bravo madrileño. Una presentación de restos de varios cercados… listo para aliviar un descosido de plaza de tercera categoría. Un comportamiento de las reses, en general beatífico, donde se esperaba la casta y bravura y que, desde capotes, abrieron la boca ante sus fuerzas febles. Un desaguisado del que intentar el salvar alguna de ellas, es un atrevimiento. Se contagiaron los toreros, ¡vaya si se contagiaron!, desde el confirmante Fernando Adrián, por ser ganador de un trofeo, al que dejó sin credibilidad; hasta un Roca Rey que fue una sombra en su primero y recuperó en el último, un hacer, que ni tan siquiera el recordado Miguel Báez Litri, se hubiera atrevido realizar en los dudosos tiempos de integridad y del tremendismo incipiente de los 50. Lo visto, fue un disparate de popurrí, sin ton ni son, que se terminó, tras mechar la cerviz del animal, a punto del tercer aviso… y por último lo de Manzanares. ¡Ay… Manzanares!
El viernes 20, le abrieron a Tomás Rufo la Puerta Grande, por una labor con altibajos de calidad pero que no mereció, en su conjunto, semejante regalo. El Juli se fue de vacío de esta feria, entre apasionadas discusiones, que no es mal resumen para seguir en la pomada. Talavante, ahora, transforma su frescura de antes del Bombo, en una hierática tauromaquia con grandes altibajos. Y para remate, los garcigrandes se olvidan de esa 5ª marcha después del caballo, que tanto nos enamora y se transformaron en juampedros, sin chispa alguna …menos mal que sobre las 21 horas un gran torero de plata, con dos rehiletes en espera y baja guardia, citó desafiante, desde la boca de riego al toro, le jalea, este se arranca con alegría y más menos 5 mts, antes de la reunión, se desplaza hacia el para, cuadrando en su cara, cobrar uno de los mejores pares de banderillas, colocado de poder a poder, que vieron mis cansados ojos de aficionado…y para quienes se catapultaron de sus asientos para rubricar la especial torería de Fernando Sánchez.
La recompensa de la empresa al mal trato profesional a Paco Ureña, se concretó en una encerrona, poco frecuente, en la historia de las ferias. Y salió cruz…por el gran calvario que representó la lidia de los toros. Pues, aquello se asemejó a una excursión del Inserso ganadero de reses jubiladas de casta, bravura y vida… con su caducidad anunciada. Solo valió la excepción del buen condemayalde, el más anciano de todos y sustituto del acaballado juampedro, con el que se ensayó la protesta que se nos avecina para el 26… tal es el cabreo que se palpa por todo el graderío. La cara del festejo, la puso la afición de Madrid, que no olvida a los que le dieron todo; y lo hizo casi agotando el papel, para así aliviarle del maltrato. Pero, a cambio, recibió muy poco. Tampoco se pudo dar más.