Vaya por delante: me parece muy bien que la libertad de elegir suponga la adopción de costumbres, por ejemplo relacionadas con la alimentación, que limitan la ingesta de determinados productos. Y lo digo por quienes así lo hacen a la vez que optan por saborear sólo platos confeccionados con seres del mundo vegetal. Lo que me pone, sin embargo, en guardia, es ese proselitismo lleno de amenazas que vaticina la hecatombe o la condenación. Pero este preámbulo ha lugar a propósito de dos noticias. La primera, de lo más normal por cierto, a disposición de todos los lectores de GUADAQUÉ con fecha de 27 de junio de este año.
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Ya lo advertía Cáritas a finales de marzo: si no conseguían más ayudas, deberían ofrecer menos comida en el restaurante solidario a aquellas personas que, diariamente, acuden ahí para poder llevarse algo a la boca. No han conseguido más fondos. Ahora, sólo servirán un plato de comida. Parece que cuando se dice "el drama del paro" es una suerte de frase hecha, pero lo terrible es que es una realidad. Dura. Hay mucha gente en Guadalajara capital que no tiene nada para comer. ¿Qué hacemos por evitarlo?
Mil novecientos ochenta y nueve. Se retiran las tropas rusas de Afganistán. El petrolero Exxon Valdez vierte 36. 000 toneladas de petróleo en aguas de Alaska. Se produce la matanza de Tiananmenn. La sonda espacial "Voyager 2" llega al planeta Neptuno. Finaliza la guerra de Chad contra Libia o de Libia contra Chad. Conceden el Nobel de la Paz al Dalai Lama. El PSOE gana las elecciones legislativas, consecutivamente, por tercera vez. Cae el Muro de Berlín. La revolución rumana culmina con la ejecución del matrimonio Ceaucescu. EE. UU. Invade Panamá. Mueren Salvador Dalí, Nicolás Guillén, Georges Simenon y Samuel Becket... Y, en ¿Guadalajara?...
Fue una de las primeras noticias que cubrí cuando comencé a trabajar en Guadalajara como periodista. Teníamos que acudir al entonces Mesón Hernando, en la A-2, porque nos iban a presentar el "Traje Adeli", una terapia revolucionaria para rehabilitar a los niños con parálisis cerebral. Cualquiera que me conozca un poco sabe que tengo una memoria infame, sin embargo, no me resulta nada complicado evocar aquella tarde. Quedé muy impresionada.
Utilizar un objeto o idea que llame la atención hasta el punto de captar el interés de terceros, es cosa común. Pero se pone queso en la ratonera para cazar al ratón. Son señuelos cuyo empleo resulta tano más eficaz, o no, según allá donde se apliquen. Por ejemplo. En un periódico que me invento para la ocasión, EL PREGONERO. Titular: “El Ratón Mickey se desnuda en la próxima película de Disney”.
Igual que el hermano de Napoleón Bonaparte pudo decir que fue rey de España, José I, dentro de muchos años, podré decir: "Yo ayudé a crear un periódico, GuadaQué". Ni Blanca Corrales (creo) ni yo misma, nos paramos a meditar qué iba a suponer el meternos en este proyecto. Tampoco me imaginaba que, tres años después, debería decir gracias tantas veces. GRACIAS.
Siempre me ha hecho mucha gracia esa escena de "Jerry Maguire" en la que Cuba Gooding Jr. le pide a un estupefacto Tom Cruise que le enseñe la pasta. En ese caso, lo que pedía el actor que interpretaba el papel de un bajito jugador de fútbol americano era que su representante le consiguiera un buen sueldo. Se me ocurre que, ahora, lo que tendríamos que hacer los ciudadanos es pedir a los políticos que nos han gobernado los últimos años que nos enseñen la pasta. La pasta que se han gastado. ¿En qué?
Temas de interés, me dicen. El secreto consiste en administrar asuntos de política, dinero y sexo procurando el más difícil todavía sin que se note. Morbo, sí, pero con el terno impoluto, la ropa bien planchada y sin lamparones... o no.
Sé que llevo demasiado tiempo sin escribir en el blog y algunos pocos hasta me lo echan en cara. Qué quieren que les diga, a falta de una excusa más sofisticada no me queda más remedio que contar la verdad. He salido tan empachada de política de estas últimas elecciones que casi se me secan las neuronas. El caso es que el cuerpo me pedía hablar de política y la mente me lo impedía, emborrachada como estaba de mítines, programas, candidatos, soflamas y peroratas.
Determinadas épocas del año, por ejemplo la primavera, son propicias para que emerjan, acaso con más encono, afecciones tremendamente molestas, aunque por suerte crónicas, como las alergias. Un detalle de cultura general y probable respuesta de las que se demandan en una primera tanda, para que se confíen los participantes en concursos televisivos de premios supermillonarios.
Aquí, se sintoniza TELEPICUDO que es una emisora pirata, desde las que se retrasmiten todas las hazañas de ese bicho maligno depredador de palmeras. El picudo rojo, ya saben, y si no se lo recuerdo a ustedes, es un curculiónido, también gorgojo de la familia de los coleópteros polífagos. Y las palmeras, en Elche, uno de los tres patrimonios de la humanidad- la Dama y el Misteri son los otros dos- con los que se reconoce a la ciudad y su importancia.
Aún quedan en España algunas personas que saben dónde está el Sáhara, otros pocos recuerdan que, en tiempos, formó parte de España, y muy muy poquitos se refieren a esta zona de África como la provincia 53. Son tan pocos en España los que se preocupan del pueblo que ocupa el Sáhara que, a pesar de que es políticamente incorrecto decir que los saharauis importan un bledo, lo cierto es que los políticos españoles, incluido el Gobierno de la nación, pasan olímpicamente de lo que les pueda suceder a manos de Marruecos. Lo importante no es el pueblo, sino otras cosas.
La médica sudafricana Sonnet Ehlers ha realizado, en mi opinión, uno de los mejores inventos del mundo: un preservativo con dientes para evitar violaciones. Ha tardado la friolera de 40 años en llevar a cabo su invento, pero lo ha conseguido. La segunda cosa positiva de este invento es que se ha ofrecido primero a las mujeres africanas, unas de las que más violaciones sufren en el mundo. A esta mujer deberían darle algún premio.
Sé que comenzar con una perogrullada no es una buena idea, pero para una futbolera empedernida reconocer que hay vida más allá del fútbol no es fácil. Sin embargo, en este impase hasta que empiece el Mundial de Sudáfrica, podemos abrir la mente y darnos cuenta de que existe vida deportiva fuera del planeta fútbol. ¿O no?
Para alguien como yo, que ha ido a patita a todas partes el 95% de su vida y que ha usado el transporte público durante un tercio largo de la misma, todo este drama del Plan Astra resulta un poco valleinclanesco. Qué ganas de hacer un problema de algo que, a priori, se había planteado como una solución.
Me comentaba una amiga que, por motivos de trabajo, viaja bastante que cada vez que va al aeropuerto trata de pasar con el mechero, pero que siempre se lo confiscan. ¿Qué hacen con los mecheros que confiscan en los aeropuertos? También, hacen lo mismo con cerillas, cortaúñas, tijeritas y otros objetos igualmente peligrosos (leer con un deje de sarcasmo). Estas cosas son tan baratas y tan moñas que no sirven para las subastas. Al menos yo no pujaría por una caja de cerillas a medio gastar o un cortaúñas usado a saber por quién. Entonces, ¿Qué hacen con ello?