P.- ¿Por qué uno decide abandonar una multinacional y una capital como Madrid para irse a vivir a un pueblo de Guadalajara de menos de 100 habitantes?
R.- En realidad vivimos a caballo entre Puebla de Valles y Guadalajara. Coincidieron varias circunstancias: la multinacional pasaba por una crisis de poder (todos los directores no podíamos mandar), los hijos se fueron de casa con pocos meses de diferencia, el mercado de las nuevas tecnologías no estaba en su mejor momento, teníamos casa en Puebla de Valles, nos encantaba la Sierra Norte, nos acercábamos a los 50… y nos apetecía cambiar de vida.
P.- ¿Lo de montar una casa rural fue una oportunidad o una vocación tardía?
R.- Una oportunidad no exenta de vocación. Conviene recordar que procedemos de un pueblo de Andalucía, muy ligado al mundo rural.
P.- ¿Es difícil integrase en un pueblo cuando uno viene de fuera?
R.- Más que difícil, tiene su gracia. Las tertulias en el bar y colaborar en lo que se podía ayudaron mucho Como llevábamos ya varios años yendo a la Puebla en fines de semana, la integración resultó de lo más natural.
P.- ¿Quá volvería a hacer y qué no en la idea inicial de su casa rural como negocio?
R.- Nos ratificamos en la idea inicial; quizás la complementaríamos con algun(os) apartamento(s). Trataría desde el principio de fomentar la unión entre los establecimiento rurales así como la colaboración activa (y unitaria) con Diputación y Junta.
Necesitamos vender la Sierra Norte y atraer visitantes. Esto solo se consigue trabajando juntos en una misma dirección, para optimizar esfuerzos y recursos.
P.- ¿Es rentable gestionar una casa rural en la Sierra Norte?
R.- Como negocio, desde luego que no. Pocos propietarios están consiguiendo vivir del turismo rural. Y eso después de realizar fuertes inversiones, manejando capacidades superiores a 15/20 plazas, con restauración, spa, … y actividades complementaria,… Además de mucho esfuerzo. Si se contabilizaran todas las horas dedicadas al negocio, saldría un precio/hora inferior al correspondiente del Salario Mínimo.La estacionalidad y la ocupación solo en fines de semana, son problemas endémicos del turismo rural. En la Sierra Norte se ven agravados por el exceso de oferta, los establecimientos alegales y la falta de un marketing eficaz que ponga en valor los encantos de nuestra comarca, que son muchos.
P.- ¿Cómo promociona principalmente su establecimiento?
R.- Con web propia, www.laveredadepuebla.com, anuncios en portales especializados y OTAs, presencia activa en Redes sociales,… También ayuda el blog de la casa, http://blog.laveredadepuebla.com, iniciado en el año 2.009, ya va por las 2.200 entradas. Actualmente se publican tres entradas semanales dedicadas exclusivamente a la Sierra Norte..
P.- ¿Cómo era el turismo rural hace doce años en la Sierra Norte y cómo es ahora?
R.- La economía del país era muy diferente a la actual y se notaba. Había menos alojamientos (calculo que un 40% de los que hay ahora, sin contar los alegales). El cliente valoraba mucho más la calidad y se fijaba menos en el precio. El trato era más directo. Ahora muchas reservas son on line. La crisis y el fuerte aumento de alojamientos han bajado los índices de ocupación y la tasa de rentabilidad por habitación en el turismo rural. En la Sierra Norte es mucho más acusado. Nos cabe el dudoso honor de ocupar los últimos lugares en estos parámetros. Quizás porque tenemos el mayor número de plazas por habitantes, más de 3.200 plazas repartidas entre 200 alojamientos en un territorio con poco más de 13.000 habitantes
P.- ¿Se han abierto más negocios de los que se cierran? Decían que la crisis iba a suponer una vuelta a los pueblos…
R.- Hasta ahora sí, al menos en la Sierra Norte. Lo que no significa que se haya incrementado de forma notoria el número de pernoctaciones. La crisis podría suponer una vuelta a los pueblos si se hubiera llevado una política activa y eficaz de repoblación por parte de las Administraciones, a través de un plan de inversiones, normativas adaptadas al medio, ayudas, exenciones de impuestos, vivienda,…O que la Sierra Norte recibiera una compensación justa por los servicios que ahora presta, de forma gratuita, a la Comunidad de Madrid y al Corredor del Henares: agua potable (>150 Hms/año), agua para riego, oxígeno, lugares de esparcimiento,…
Francia es un ejemplo a seguir y la Serranía Celtibérica (www.serraniaceltiberica.org) será una oportunidad… cuando los políticos quieran.
P.- ¿Funciona el asociacionismo en vuestro sector?
R.- Lamentablemente no podemos decir que si. El porcentaje de establecimientos rurales afiliados a una asociación profesional está en torno al 15%. Quizás tenga que ver con las diferentes procedencias, culturas, formación, experiencias, si es ó no actividad principal,.. etc de los propietarios. Pero sería muy importante que la afiliación se incrementase por encima del 30%, porque entonces las asociaciones serían un interlocutor imprescindible para las Administraciones.
P.- Las cifras hablan de un crecimiento del turismo en la provincia, ¿se nota a pie de establecimiento?
R.- No, al menos en la Sierra Norte. Mucho nos tememos que se debe más a la forma en que se confecciona la Encuesta de Ocupación de Turismo rural: se eligen unos alojamientos como muestra, a los que se pide que, con 2 meses de antelación, prevean su ocupación. Cada vez que se cambian los alojamientos, suben los índices de ocupación.
P.- ¿Cómo valora la promoción turística que se hace de la provincia de Guadalajara?
R.- Hay que hacerla más y mejor, con un mensaje único, de forma sostenida y dirigida al público objetivo adecuado: Comunidad de Madrid, Cataluña, Valencia, País Vasco, Europa,…
P.- ¿Y el papel de las administraciones en este sector, más allá de la promoción?
R.- Los Ayuntamientos, como administración más próxima al ciudadano, juegan un papel fundamental. Los alcaldes tratan de aprovechar las oportunidades de inversión, de ayudas y de subvención que ofrecen las Administraciones (provinciales, autonómicas, nacional y europea) para mejorar su municipio. La falta de recursos propios, de medios, de tiempo y de experiencia limita la posibilidad de optar a ellas. Muchas veces las oportunidades pasan de largo.
P.- Ahora ha decidido montar una consultora de desarrollo rural, ¿qué servicios ofrece y a quién van dirigidos?
R.- Cultura rural, www.culturarural.es, nace con la vocación de ayudar a los alcaldes en este objetivo, prestando la experiencia y los conocimientos adecuados. Para los pueblos serranos, el turismo es un motor de desarrollo. Cultura rural pretende utilizar la cultura como medio para atraer visitantes, poniendo en valor su Patrimonio y sus Recursos como micro-destino, y como destino integrado en la comarca. Para ello dispone de servicios de asesoramiento y gestión a medida de cada necesidad. En base al conocimiento de la Sierra Norte y del turismo la comarca, Cultura rural dispone de servicios dirigidos a Instituciones Públicas comarcales, provinciales y autonómicas para divulgación de necesidades, planes y/o ayudas, Inventarios del Patrimonio cultural, planes consolidados de turismo y formación. Asimismo los servicios para entidades privadas están dirigidos a optimizar costes y mejorar la rentabilidad del negocio, así como a definir y poner en marcha planes de marketing eficaces y acordes con los tiempos.
P.- ¿En qué consiste exactamente el turismo sostenible?
R.- Hay muchas definiciones, pero la que más me gusta es la que dice que el turismo es sostenible cuando, siendo respetuoso con el medio ambiente, el pueblo, su cultura y sus gentes, se convierte en una fuente continua y rentable de ingresos para todos.
P.- Hay quien opina que el turismo rural no puede ser solución única contra el despoblamiento... ¿Sirven para algo los programas de desarrollo rural?
R.- Estoy de acuerdo. El turismo es una parte imprescindible de la solución, pero no es la SOLUCION. Hace falta mucho más. Y esto sería objeto de un profundo debate que aún no ha tenido lugar. Los programas de desarrollo rural han servido para que nuestros pueblos se modernicen y se creen establecimientos rurales en casi todos ellos. Y hay que reconocer que no siempre las ayudas fueron bien aprovechadas y se produjeron algunos despropósitos. El programa de desarrollo rural en vigor pone énfasis en publicidad, marketing, nuevas tecnologías, comercialización on line, innovación, … para atraer inversiones y turistas, que generen empleo e ingresos suficientes para mantener vivos nuestros pueblos. Ese creemos que puede ser el camino.