Las mascarillas se retirarían también de establecimientos sanitarios como ópticas, centros de audiometría u ortopedias, manteniéndolas en centros y servicios sociosanitarios y en las farmacias.
De esta forma, cubrirse boca y nariz se convierte en una opción personal en los medios de transporte públicos, esto es, autobuses, metros, taxis, aviones, trenes, tranvías, etc.
La mascarilla se mantiene obligatoria en centros y servicios sanitarios, es decir, en hospitales, centros de salud, centros médicos -ya sean especializados, de media o larga estancia, públicos o privados-, clínicas dentales, de estética, consultas médicas privadas como fisioterapeutas, podólogos o dermatólogos, laboratorios de análisis clínicos, bancos de tejidos, de donación de semen u óvulos, etc. También en las farmacias.