“Proponemos sacar el festival de las Ferias y Fiestas, en las semanas de antes o después o en primavera, cuando la concejalía de festejos, cultura y la organización del festival acuerden. Teniendo en cuenta el calendario cultural de la ciudad para que Titiriguada puede tener su propia fecha sin que se solape con otras propuestas de la ciudad, para que pueda llegar al máximo de gente.” Apostilla Martínez, quien además hace hincapié en lo importarte que sería revisar fechas y eventos en la ciudad para no despistar al público y consolidar citas emblemáticas.
Recuerda la formación municipalista que ya en el año 2012 se anunció en la presentación de su sexta edición que esta sería la última que se celebraría dentro del programa de las Ferias y Fiestas de Guadalajara. “Titiriguada había adquirido personalidad propia, tenía entidad y público suficiente para independizarse“, se dijo en su momento. Pero justo cuando el festival se iba a hacer mayor, el desencuentro y las diferencias con el equipo de Gobierno del Partido Popular impidieron que la ciudad disfrutase de la séptima edición. Hubo sucedáneos como el Festitiriguada; con el mismo esquema, ocupando los mismos jardines, con un poco más de presupuesto pero con una programación mucho más pobre y una respuesta del público mucho menos favorable.
Tras nueve años de parón, el actual equipo de Gobierno ha apostado por la vuelta del festival y la ciudad ha respondido con entusiasmo. “Para que no vuelva a sufrir vaivenes y parones desde Aike planteamos la firma de un convenio, una subvención nominativa, que selle el compromiso del Ayuntamiento con la actividad y facilite la continuidad del Titiriguada. En su décima edición, desde nuestro grupo municipal hacemos dos propuestas de mejora para el festival: un convenio y un lugar propio en el calendario cultural de la ciudad” concluye Jorge Riendas.