"Aunque nuestra ciudad, tras su conquista e incorporación a la Corona de Castilla, siempre estuvo bajo dominio real directo -realengo- y no constituyó un señorío propiamente dicho, si fue cedida temporalmente, entre los siglos XIII y XVI, a ciertas personas de sangre real, sobre todo a reinas consortes e infantas. Así ocurrió con Berenguela de Castilla, madre de Fernando III, y con su bisnieta, la infanta Berenguela, hija de Alfonso X.
Quienes visiten la iglesia de San Francisco durante este mes descubrirán quienes fueron estas mujeres y algunos de sus secretos, como que fue precisamente el tesón de la primera el que llevó a levantar en este espacio un monasterio dedicado a la orden del Temple"