Recordemos que hace dos semanas se hizo público que la Junta de Comunidades quería "imponer" al Ayuntamiento de Guadalajara un recorrido alternativo para que los autobuses procedentes de Marchamalo, realicen más paradas en distintos puntos de la ciudad. El vicealcalde, Jaime Carnicero, calificó la posibilidad de "auténtico despropósito" por el aumento de la densidad de tráfico y los perjuicios que causaría a los vecinos de la capital y anunció que recurrirían todas las decisiones de la Junta que fuesen en esta dirección.
"La competencia de establecer paradas en los municipios del transporte interurbano la tiene la Consejería de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha" ha señalado esta mañana Daniel Jiménez recordando "las 1225 multas que el alcalde de Guadalajara puso a 36 conductores del Plan Astra, que fueron todas declaradas nulas". En este sentido amparaba su postura contraria a la del equipo de gobierno con razones jurídicas, pero ha mostrado especial interés en aportar varios datos técnicos que contradicen la postura mantenida por Carnicero la semana pasada, comparando la cantidad de líneas y expediciones de autobuses que circulaban en ciertas vías antes de abril de 2013:
"Actualmente el transporte urbano de Guadalajara ha sufrido una reducción de expediciones del 55% en la calle Virgen del Amparo nº2, del 48% en el Paseo Fernández Iparraguirre y del 48% en la Avenida de Eduardo Guitián. Caben autobuses, urbanos e interurbanos. Y es posible hacerlo porque, si antes había un 50% más de expediciones por determinadas vías, cabrán los autobuses ahora mismo" manifestaba el portavoz de los socialistas apuntando que, además, ahora "se ha reducido la intensidad del tráfico en Guadalajara en torno al 10%".
En cuanto a su argumento social para mejorar el servicio de autobuses, se ha señalado que "hay un 60% de personas que lo utilizan habitualmente que no tienen otro medio de transporte que, casualmente, son personas que más necesitan de este transporte público por su nivel de renta y su nivel socioeconómico".
El autobús de Marchamalo, "cuestión estrictamente política"
"Dicen que el autobús no cabe, que es una barbaridad y una imposición" comentaba Jiménez en relación a los argumentos de los populares. Sin embargo, ha señalado que el alcalde "nunca empleó este argumento de que los autobuses colapsaban la ciudad cuando estaba negociando el transporte urbano y la continuidad de la línea de Marchamalo con Guadalajara" y ha dicho recordar la postura de Román en este sentido: "si no se integraba la línea de Marchamalo en las condiciones que él quería, es decir, que pagasen el doble de lo que venían pagando, entonces que parasen en la estación de autobuses como transporte interurbano". Una cuestión "estrictamente política" que acabó con una L4 que tenía "lazos históricos, económicos y sociales" con la capital.
El concejal ha mostrado su opinión sobre "la ineficiencia pura" que supone que el autobús que sube a Usanos no pueda recoger a los vecinos de Marchamalo y ha manifestado al respecto que "no puede ser que estemos pagando los vecinos de Guadalajara las cabezonadas del alcalde".
"La situación que están viviendo los vecinos de Marchamalo, que hasta hace quince años eran vecinos y vecinas de Guadalajara, es el resultado de un alcalde que quebró una vinculación también desde la movilidad, que se cargó la L4 en abril de 2013 y que en su lugar ha puesto un autobús que sube y baja vacío a Usanos y que, sin embargo, tenemos un 50% menos de expediciones por donde venía el autobús de Marchamalo a Guadalajara parando en distintos puntos".
Daniel Jiménez ha concluido expresando que "si hay voluntad política es posible incorporar autobuses de Marchamalo, autobuses de Azuqueca y autobuses del resto de municipios del entorno de Guadalajara para que, de una vez por todas, nuestra ciudad ejerza la capitalidad que le corresponde" y que "eso será bueno para nuestro comercio, para nuestro tráfico y para nuestro modelo de sostenibilidad porque cada autobús que circula ahorra entre veinte y treinta vehículos privados".