El delegado de la Junta, Eusebio Robles, acompañó a la alcaldesa, Marisa Alba a la misa de la festividad y posterior procesión, con la botarga bailando sin cesar delante del santo, y corriendo posteriormente por todas las calles y plazas reclamando su limosna a grandes y pequeños, a quienes intimidaba frotándoles con su cachiporra la espalda, hasta conseguirlo.
Después en el centro cultural se realizó el acto de reconocimientos, donde además del premio Laura Galán, se entregada una placa a Álvaro Cerrada, Curro, "que no sólo nos da el parte meteorológico desde Arbancón y labra con amor estas tierras, sino que el verano pasado se jugó la vida intentando apagar las llamas en el incendio de Yunquera y salió chamuscado", señalaba la alcaldesa. “El mundo rural necesita personas como tu, con amor a la tierra y a la vida, que dediquen su tiempo con la más absoluta solidaridad”, proseguía pidiendo un aplauso no solo para Curro, sino también por todos los anónimos que trabajan día a día por mantener el mundo rural y los pequeños pueblos.
También se le entregaba un obsequio a la botarga de Retiendas que acudió como invitada para acompañar a la de Fuencemillán.
La fiesta concluía degustando unas estupendas migas, en el renovado polideportivo municipal, por cerca de 300 personas, y con música y baile posterior.