Estas 800.000 unidades habían sido mandadas a Guadalajara para su destrucción por diversos motivos, así parte de ellos tenían algún defecto de fabricación, no cumpliendo las estrictas medidas de seguridad e higiene dispuestas por la empresa fabricante y otros lotes por estar caducados o próximos a caducar, por lo que ninguna de las unidades podía ser puesta a la venta.
El fabricante mandó estos lotes a una empresa con sede en Guadalajara, dedicada a la gestión integral de residuos peligrosos y no peligrosos para su destrucción, empresa puntera a nivel nacional en la gestión de este tipo de residuos.
Tras la detección de esta partida de profilácticos en mal estado, en un principio se detectó una partida de 286.000 que se habían puesto a la venta, la compañía fabricante efectuó la correspondiente denuncia, iniciándose la investigación por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Guadalajara.
Fruto de esta investigación se ha procedido a la detención de dos empleados de la empresa encargada de la destrucción de estos profilácticos, los cuales se pusieron de acuerdo con una tercera persona, la cual es propietaria de un almacén dedicado a la venta de stocks procedentes de liquidaciones y excedentes de producción, que fue la encargada de vender estos productos.
Se ha conseguido localizar e inmovilizar la mayor parte de estos profilácticos antes de su venta al público, evitando de este modo un grave riesgo para la salud pública, ya que además de ser un método anticonceptivo, puede evitar un gran número de enfermedades de transmisión sexual, tales como el VIH, gonorrea, sífilis, etc.
Los detenidos, que carecían de antecedentes policiales, junto con los efectos incautados fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial.